Sonaban las notas
del viejo piano,
mientras nosotros
nos besábamos.
mientras nosotros
nos besábamos.
Del mundo
nos habíamos aislado,
estábamos enamorados.
La dulce melodía
nos embriagó,
nos mirábamos
embelesados.
Soñábamos
estar siempre juntos,
siempre enamorados.
Aun la vida
de nuestro dulce sueño,
nos despertó.
Nos jugó
una mala pasada,
nos separó.
Truncando nuestros sueños
truncando nuestra ilusión.
Mas aún hoy cuando escucho
las notas del viejo piano,
por un instante se para el mundo
y solo existimos tú y yo.
Irene Argos.
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