Tiene el pelo cano
ternura en su mirada
dulzura en su voz
calidez en su risa.
La frente arrugada
la espalda curvada
temblorosas las manos
y dolorido el corazón.
Perdió a su hijo
hace años
y el brillo de sus ojos
se apagó.
Hoy sonrie feliz
siente que el tiempo
se acaba
y pronto a su lado
estará.
Lentamente su voz
se va apagando
lentamente su ojos
se van cerrando.
Su corazón
se va atenuando
su rostro
se va sosegando.
Ya dejó este mundo
ya está a su lado
ya es feliz
junto a su hijo amado.
Irene Argos.