Al abrigo de un viejo árbol
contemplé la luz de la luna
era una noche estrellada
tranquila, fresca y sosegada,
recordé bellos momentos
vividos a tu lado,
añoré el pasado,
soñé estar a tu lado
lloré, la tristeza invadió mi alma,
lloré y pensé :
que nunca debí haberte dejado,
que nunca debí haberme marchado.
contemplé la luz de la luna
era una noche estrellada
tranquila, fresca y sosegada,
recordé bellos momentos
vividos a tu lado,
añoré el pasado,
soñé estar a tu lado
lloré, la tristeza invadió mi alma,
lloré y pensé :
que nunca debí haberte dejado,
que nunca debí haberme marchado.
Irene Argos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario