¡Quien te ha visto y quien te ve!. Tú que paseabas orgullo, chulería y vanidad. Tú que presumías de elegancia, belleza y dignidad. Tú que con dinero la amistad, el amor y el mundo quisiste comprar. Tú que amontonabas cadáveres en tu escalada social. Tú que todo tenías, ni una sonrisa quisiste regalar.
Hoy que nada tienes nada te han de dar. Moraleja: No todo se puede comprar.