vagaba sumida en la agonía
y así casi sin darme cuenta
me encontré frente a tu puerta.
Mis ojos encañonaron el umbral
intentando divisar tus ojos,
mas fue en vano,
hace años que no estás.
Hacía años que te vi marchar,
no sabía nada de ti
y ahora me encontraba allí
frente a tu hogar.
No había pensado en ti,
no había añorado tu presencia,
viví mi vida sin notar tu ausencia,
me olvidé de ti.
Jamás te recordé,
nunca te pensé,
constantemente te ignoré,
en absoluto te amé.
Aun eso creí,
pues en ese instante,
en ese instante
comprendí,
que siempre te amé...
....así casi sin darme cuenta.
©IRENE ARGOS.
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