La cultura no debería
tener color político,
las letras son neutras
no son azules, ni rojas,
naranja tampoco es su apelativo,
el verde tampoco debería impregnarlas,
ni el lila debería darles estilo,
las letras son de la gente
sin importar su estatus,
raza, religión o apellido,
son del que escribe
y sobre todo son del niño
del joven o del anciano
que al leerlas hacen suyo lo escrito,
las letras solo tienen un color,
el color del alma
de aquellos que vibran
ante lo leído.
© Irene Argos.
Muy bueno Irene !! besos
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