Cuando el alba anuncia su llegada nuestras almas juegan el peligroso juego de la seducción, comienzan hablando con ardientes miradas, tiembla cohibida mi abrumada esencia, mientras seguimos enzarzados en el solaz esparcimiento del amor con tímidos besos.... Besos que hablan lo que el corazón calla Besos que claman un te quiero a tu alma. Irene Argos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario