Llegaste sin previo aviso,
entraste a hurtadillas,
te instalaste sin permiso
en mi tranquila y plácida vida.
Irrumpiste perturbando
el silencio de mi corazón,
dejando una profunda herida
en mi atribulada esencia.
Olvidaste las señas de tu corazón
transformando los sueños
en terribles pesadillas,
conviertiendo mi existencia
en una triste tragedia griega.
Haciéndome lamentar los besos
los susurros y caricias.
Hiciste brotar las lágrimas
doloroso y bello canto
eternidad de un alma enamorada....
Irene Argos.
que bueno este poema. Triste y doloroso. besos
ResponderEliminargracias Alicia por tus comentario, me encanta aprender y gracias a vuestros comentarios voy aprendiendo, besicos,
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